lunes, 16 de marzo de 2009

A la sombra del viejo naranjo

José Ma. Solís-Restrepo
Fotocopia de una foto
de Benjamín de la Calle

La sombra del viejo naranjo

Su madre María Moncada-Mesa, murió relativamente joven, el miércoles 31 de Julio de 1907, a los 27 años cumplidos, marcando profunda huella en el niño poeta quien de esta manera canta su orfandad temprana:

«y en ese viejo naranjo, donde antaño
lloró mi padre su viudez amarga;
allí lloré también el desengaño
de esta orfandad tan dolorosa y larga».

María Soledad era natural también de Salgar,
hija de Angel María Moncada-Flórez
y Soledad Mesa-Flórez.
Paternabuelos: Felix y Lucia;
maternabuelos: Estanislao y Avelina.
Libro 002, Folio 096, # 0167

Con la muerte de su mamá mi abuelo perdió entonces la posibilidad de «tener el alma sana, un bosque en la llanada con un riachuelo limpio y asáz murmurador» pues al quedar huérfano de madre a los 15 años y desheredado tras el segundo matrimonio de su padre con Eugenia Calle-Salazar, el joven Solís-Moncada se trasladó a Concordia y después de breve permanencia allí enrutó su futuro hacia las rutilantes luces de Medellín, donde obtiene el título de Bachiller en Filosofía y Letras, en 1914, en el Liceo Antioqueño, cuando era rector Alejandro Vásquez-Uribe. Sólo heredó la finca El Guayabo, no disfrutada.

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